En agosto pasé dos semanas en el programa de voluntariado en Kenia Nairobi y viví una experiencia inolvidable que siempre llevaré en mi corazón.
Tengo 56 años y la vida no deja de sorprenderme. Aprendes a valorar lo que tienes, cuando ves con qué alegría te reciben estos niños y con qué poco se conforman.
Se lo recomiendo a todas las personas que vivimos en el confort porque con las lecciones de humildad que recibimos nos hacen ser mejores. Me siento afortunada y contenta de haber participado en este proyecto, gracias amigos.
Maria – Programa de enseñanza y reforzamiento escolar en Kenia