Explorando Costa Rica a través del Voluntariado

Cuando decides hacer un voluntariado en un primer momento, ves todo con mucha ilusión, empiezas a preparar ropa, vacunas, ves mil videos del país, su gastronomía, la cultura etc. Cuando queda ya un mes, te vienen pensamientos de miedo, incertidumbre… En mi caso, iba a hacer mi primer viaje internacional sola, pero allá que me fui tres semanas con todos esos miedos.

Al llegar, va todo súper bien, te recogen en el aeropuerto y te llevan a la casa donde desde mi experiencia te cuidan como si fueses una más de la familia. No tengo palabras para agradecer mis días en casa de Vanessa y Victoria.

Al día siguiente, conocí al resto de voluntarios que en este caso fuimos un grupo de 7 personas de diferentes edades que desde el primer momento hicimos piña. Nos cuidamos durante toda la experiencia y vivimos mil aventuras los fines de semanas en los viajes que hicimos por el país.

En cuanto al proyecto, yo fui a un centro de Educación Especial en San Ramón. La primera semana es verdad que te encuentras un poco perdida, no quieres tampoco meterte en las sesiones, ya que muchos de los niños necesitan llevar una serie de rutinas, pero conforme pasan los días pude ayudar e incluso con algunas de las Niñas como allí llaman a las profesoras pude realizar tareas de docente, ya que mi formación me lo permitía.

Sin duda, me llevo a muchas de esas maravillosas Niñas y asistentes que también hacen un tremendo trabajo en el centro.

Cada miércoles, se realizaban las reuniones con Gaby para comentar como llevábamos nuestro día a día en el centro o con nuestras familias. Al finalizar las reuniones, nos aconsejaba que visitar, que alojamientos eran los mejores etc. que para la organización de las salidas de los fines de semana han sido muy útiles. En mi caso, tuve la suerte de que uno de eses miércoles fue mi cumpleaños y todxs tuvieron un detalle muy bonito conmigo.

Explorar Costa Rica

Por último, animaros a elegir este país, ya que tiene una grandeza natural impresionante. La zona de Puerto Viejo, Limón, Monteverde, La Fortuna, la Reserva Natural de Manuel Antonio, Tamarindo, Cahuita… Son un paraíso lleno de actividades, cascadas y rutas infinitas.

Tres semanas se quedan cortas para poder disfrutar de todo, pero si alquiláis un coche y os organizáis bien los fines de semana podéis aprovecharlos.

Es muy importante ir con la mente abierta y disfrutar de todo al máximo dando todo lo bueno que cada voluntaria y voluntario tiene.

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