Este agosto he viajado al proyecto educativo de Panamá, localizado en Chame y realizado un viajes de voluntariado. El proyecto consistía en apoyar a los niñ@s en sus tareas educativas y dificultades. Allí nos acogió Evelin, directora del proyecto, quien además de ser una gran persona es una gran trabajadora que se esfuerza diariamente por llegar a todos los niñ@s que se pueda.
Estoy agradecida por todo lo que este viaje me ha aportado, no solo en lo profesional (conocer otro sistema educativo, desarrollar herramientas y recursos para atender las necesidades educativas especiales, etc.), sino también en lo personal y emocional (crecimiento, autoconfianza, satisfacción, valor a lo que tenemos…) y social (conocer otras personas, otros voluntarios, otras ideas y proyectos personales…). ¡Sin duda es todo un regalo solidario!
No podemos salvar al mundo de las injusticias que en el encontramos , pero sí podemos aportar nuestro granito de arena a hacer del mundo un lugar mejor y ayudar a quienes lo necesiten de nuestras posibilidades. Creo que pocas cosas habrá más gratificantes que colaborar para hacer que otras realidades sean menos duras.
Para mí viajar a otro país supone conocer nuevas personas, diferentes lugares, variadas opiniones y visiones, etc., pero viajar implicándote mediante un proyecto de voluntariado va más allá de todo esto. La convivencia y la inmersión en el proyecto supone un enriquecimiento en todos los ámbitos y sentidos, un aprendizaje vivencial que se queda en tu forma de ser, que te cambia para bien, que te ayuda a disfrutar de lo que tienes, de las pequeñas alegrías…
Es difícil de explicar… HAY QUE VIVIRLO
Si nunca has vivido una experiencia así, te animo a informarte sobre ello, a probar, a disfrutar, a VIVIR LA REALIDAD. Si ya lo has vivido, enhorabuena por todo lo aprendido.
Adventure Volunteer nos asesoró para encontrar el proyecto y Evelin nos acogió y demostró que el esfuerzo sí merece la pena.
Gracias a los dos porque hacen de este mundo un lugar mejor.
Patricia 😊